jueves, junio 30, 2016

Insomnio




La Variaciones Goldberg son todo un asunto, viera usted. Y un asunto plagado de rarezas.

Si no tiene tiempo para estas cosas, échele nada más una miradita a esta página de divulgación y vea si tengo razón o no.

Se tarda mucho más en leer y entender lo que allí se dice que en oír la obra. Entre otros simpáticos chismes, dicen allí que todo empezó con el conde Hermann-Karl von Keyserling, embajador del imperio ruso en Dresde y Varsovia, allá por 1730 y tantos.

El conde conoció allí al joven clavecinista Johann Gottlieb Goldberg. Por sus dotes prometedoras, lo mandó a estudiar con los Bach, uno de los hijos primero y el padre insuperable, después. El joven hizo carrera, era muy talentoso. Mientras tanto, el conde le encargó a Bach padre una obra, estas famosas Variaciones, que compuso en 1741 y que el embajador pagó con lustrosas y cuantiosas monedas de oro.

Por las noches, el conde, que a la sazón era un consuetudinario insomne, le pedía al joven clavecinista de su corte que tocara esta obra para ver de conciliar el sueño, cosa que al parecer lograba de tanto en tanto.

Le voy a dejar aquí tres versiones. Como me gustan las transcripciones, la primera está pasada a orquesta de cuerdas. Lo hizo el violinista ruso Dmitry Yulianovich Sitkovetsky que fundó y dirige la Nueva Orquesta Europea de Cámara de Cuerdas (no diga nada: es una de las versiones que más me gusta...)

La segunda, está en las manos del pianista ruso Evgeni Alexandrovich Koroliov. La última, finalmente, en el instrumento original, el clave, que ejecuta el maestro Karl Richter en esta ocasión.

Elija, nomás.

Ahora, mire lo que le digo. Hice la prueba: no se puede. Se ve que solamente el conde era capaz de conciliar el sueño con semejante manjar.













domingo, junio 26, 2016

Merlo




Las cosas fuertes, las hondas, se dicen mejor sin gritos, sencillamente.

No todos saben hacer eso. No todos pueden.

Es virtud de criollos. Una de las que más.

Es virtud de varias partes por esta parte del mundo.

Y entonces, también, es cosa pampa, porque es cosa de la tierra. Cosa de la llanura. Aquí el viento no hace mucho barullo cuando sopla. ¿Vio llover en la pampa? ¿Oyó algún pájaro decretar la mañana o la tarde, con cuánta discreción? ¿No son como murmullos? ¿No parece una sinfonía de solistas? Los teros, jilgueritos, el vacaje, algún lechuzón, las perdices.

Todo tan ancho, todo tan lejos, abismalmente luminoso.

Eso tiene su música.











martes, junio 21, 2016

Juletid




Como saben los que saben, hay varias formas de escribir y pronunciar esa fiesta del solsticio de invierno entre los nórdicos y germánicos y paleoingleses. También saben lo que significa. Para el resto de los mortales, no queda más remedio que averiguar de qué se trata.

Con el tiempo, la fiesta del solsticio invernal pagana llegó al puerto del cristianismo. Ya la tenían los romanos también con los festivales del Sol invicto, que vence a las tinieblas, en el tiempo en el que los días comienzan a ser más largos que las noches.

El Sol era Cristo antes que los paganos hubieran visto la luz del valle de este mundo. Porque Cristo es la Luz.

Entre los nórdicos de la alta edad media la cosa fue igual que en el resto del mundo al que llegó la Cruz.

Y fue así como Juletid (el tiempo de Jul) fue entonces la Navidad.

De eso trata esta selección de Kirsten Bråten Berg, investigadora de canciones y músicas tradicionales noruegas: antiguos himnos de Navidad de aquellas partes más frías que nuestra pampa fría de estos días de solsticio invernal.

Dicen que uno de los rituales paganos de aquellas fiestas, era mantenerse despierto durante toda la noche fría, esperando la llegada de la luz del día.

Nada nuevo: los hombres hacen eso desde que salieron del Paraíso: estar en vela una larga noche fría hasta que llegue la Luz.








domingo, junio 19, 2016

Roldán




Al menos dos veces le dije ya que oyera a Carlos Roldán. Y me quedé corto: tendría que haberlo dicho más veces.

Ahora anduve viendo algo de lo último de su arte y sigue infatigablemente talentoso. No importa qué le pongan adelante: de Gareth Pearson a Telemann.

Se ve que el tipo es como cuerdas de guitarra. Se ve que él mismo es el instrumento.

No será la última vez que se lo diga. De modo que, mientras siga siendo el instrumento, habrá que seguir oyéndolo.


 






jueves, junio 16, 2016

Tartini




Con el título original de Suonate a violino e violoncello o cimbalo Opera Prima & Sonate a violino e basso Opera Seconda, tres virtuosos notables -Enrico Gatti, Gaetano Nasillo y Guido Morini- grabaron en el 2000 esta colección de sonatas de nuestro ya conocido -y legendario- Giuseppe Tartini, este véneto del ochocientos con quien estuvimos conversando tiempo atrás a propósito de El trino del Diablo.

Il sig. Tartini muestra otra vez su arte, mientras Enrico Gatti, violinista, interpreta con sus propios aportes los ya difíciles malabares de las cuerdas del autor.

Juzgue por usted mismo, compadre.









sábado, junio 11, 2016

Kantaten




Primero aparecieron por allí los Bach, los antepasados de Johann Sebastian; músicos, claro, que no son pocos. Se habían encontrado la partituras en el primer cuarto del siglo XX. Se perdieron al final de la segunda guerra y no hace tanto se las recuperó en Kiev.

Así llegué a esta selección de Cantatas, con algunas piezas de J. Christoph y J. Michäel. Y J. Sebastian, algo aporta, se entiende.

La versión es de Henri Ledroit, contratenor, con el Ricercar Consort.




Y una cosa lleva a lo otra, ya se sabe.

Así apareció Andreas Schöll y esta selección de otras cantatas, dicen que del barroco alemán (sólo se repite una de J. Christoph Bach: Ach, dass ich Wassers gnug hätte). Acompañan, Concerto di Viole y el Basel Consort.






Entre una cosa y otra, más el fuego, pasan estos primeros fríos.





miércoles, junio 08, 2016

Grieg



Data de 1883 y es la obra de cámara más extensa del noruego Edvard Grieg y, sin embargo, sus 20 y tantos minutos son relativamente breves.

Encontré una antigua versión de esta Sonata en la menor para cello y piano que no suele frecuentarse. Los estadounidenses Leonard Rose y Leonid Hambro, respectivamente, son los intérpretes y la grabaron al principio de la década de 1950.

Aquí queda, porque es día para cello.








jueves, junio 02, 2016

Georgia




Georgiana, nacida en 1968, vive y obra actualmente en París, desde 1998.

De familia ortodoxa y musical, Nana Peradze se formó en su ciudad de origen y, con la presencia constante de sus padres en su aprendizaje, se dedicó a la música tradicional y sacra de su tierra.

Con la caída del comunismo, y desde 1984, desplegó una actividad intensa en la iglesia georgiana creando coros y enseñando música hasta que partió a la Galia.

Hace unos 10 años, después de algunos dedicados a los estudios y ya integrada a sus paisanos exiliados, formó en Francia un ensemble de nueve miembros, algunos georgianos de reciente inmigración, para dedicarse particular pero no exclusivamente a la polifonía de su país natal: Harmonie Géorgienne.

Dejo aquí una muestra de su arte.