sábado, septiembre 28, 2013

Mtukudzi


El Gran Zimbabwe es una construcción en piedra, una ciudadela, que probablemente date del siglo XIII y que es tenida por uno de los pocos ejemplos de arquitectura monumental, propiamente africana, hecha por africanos.

Después de un tiempo inglés en que se llamó Rhodesia, Zimbabwe eligió el nombre de estas construcciones para nombrar al país.

Hay varias versiones del origen de esta palabra Zimbabwe, y eso según la lengua o el dialecto que se use para interpretar el nombre. Poco más o menos, casi todos coinciden en que lo más probable es que aluda, precisamente, a una gran casa de piedra.

De allí es Oliver Mtukudzi y son suyas estas tres piezas: Kupokana, Handiende y Neria.

Hay muchas cosas más para decir de aquellos parajes, pero, ¿quién soy yo?



jueves, septiembre 26, 2013

Francamente

Una tarde de éstas, francamente, es tarde para estas músicas.

Francamente.

Porque es Francia. Es el barroco y es Il Giardino Armonico.

En casi todo, menos una.

Y allí estoy ahora.



De Antoine Forqueray (1672~1745) y de la Suite n° 1 en re menor, para clavecin o viola da gamba y bajo continuo, La Couperin.(como se ve, las danzas aquí y en Rameau, llevan nombre de personalidades...)




De Jean-Philippe Rameau (1683~1764) y sus Pièces de clavecin en concerts, de 1741, en el Concierto n° 5 en re menor, La Cupis.




De allí mismo, La Marais.



Y también de allí, la fuga La Forqueray.




De esas mismas Pièces de clavecin en concerts, el Concierto n° 3 en La mayor y de allí La Lapoplinière, pero no por nuestros amigos, sino por Patrick Cohen-Akenine (Violon), Nima Ben David (Viola da gamba) y Béatrice Martin (Clavecin).



El turno ahora de Charles Dieupart (1667~1740) que en Les six suites, de 1701, tiene dos danzas en la Suite n° 6 en fa menor para clavecin o flauta o violon y bajo continuo: Allemande y Gavotte.




Al fin, también suyas y de allí mismo, esta breve y animosa Courante.




Y a dejar que pase la tarde.




sábado, septiembre 21, 2013

Caro diario /3

¿Qué quiere que le diga? Oía mucha música por entonces. ¿Usted no? ¡Ah...! Pero si Ud. no había nacido en los '60 o en los '70...

Lo cierto es que era música de toda clase y talante.

Me puse a ver hace poco si me acordaba de algunas de cierta especie. Baladas y canciones en inglés. Eran muchas, claro. Y no es cuestión tampoco, porque después de todo...

Como sea, que queden aquí éstas como muestra, por si no las recordaba. O no las conocía.

Jim Croce

John Denver

James Taylor

Cat Stevens

Gordon Lightfoot

Tim McMullen

Don McLean

Bee Gees

Es la versión original de 1965 de esa canción, porque unos años después, en 1971, hicieron otra versión para una película muy de la época, Melody, emblema por aquellos años de la aparentemente ingenua y tierna rebelión adolescente. No era ni ingenua ni tierna, para el caso. Y lo que vino después, menos. Y lo que vino después del después, ni rebelión es.

En fin, de allí son estas últimas tres.

Bee Gees

Crosby, Stills, Nash & Young



Y nada más, que no hace falta más.



domingo, septiembre 08, 2013

Regalo de cumpleaños



Cordialmente, me regalaron ayer una pieza de barroco americano que suelen cantar algunos coros, también por estos lados. Es del franciscano español establecido en Lima Juan Pérez de Bocanegra, siglo XVII. En quechua se llama Hanac pachap cussicuinin, esto es Alegría del cielo. Lo interpreta aquí Ex Cathedra baroque ensemble.

Es un canto a Nuestra Señora y vaya hoy para Ella, felizmente, como regalo de cumpleaños.
Hanac pachap cussicuinin
Huaran cacta muchascaiqui
Yupairurupucoc mallqui
Runacunap suyacuinin
Callpan nacpa quemi cuinin
Huaciascaita.

Uyarihuai muchascaita
Diospa rampan Diospa maman
Yurac tocto hamancaiman
Yupascalla, collpascaita
Huahuarquiman suyuscaita
Ricuchillai.

Gloria kachun Dios yayapaq
Dios churipaq hinallataq
Santo Espiritupaqwantaq
Kachun gloria wiñayllapaq
Kawsaykunap, kawsayninpaq
Kusi cachun. Amen.

Una traducción aproximada dice:

Alegría del cielo
te adoro mil veces.
Fruta preciosa de árbol fructífero,
esperanza que anima
y da soporte a los hombres,
oye mi oración,
atiende nuestras súplicas,
oh, columna de marfil, Madre de Dios.

De iris hermoso, amarillo y blanco
recibe esta canción que te ofrecemos,
ven en nuestra ayuda,
muéstranos el fruto de tu vientre.

Sea la gloria para nuestro Señor
y también para su Hijo
y también para el Espíritu Santo.
Sea la gloria para toda la eternidad,
sea sustento para la vida de todo
y sea alegría. Amén.

Y como suele pasar, se va de una cosa en otra.

Apareció un motete del portugués Gaspar Fernandes, también del XVII, pero esta vez en náhuatl: Xicochi conetzintle, es decir, Despierta, Niño mío.
Xicochi, xicochi
Xicochi, xicochi Xicochi, conetzintle
Xicochi conetzintle
Caomiz hui hui xoco in angelos me
Caomiz hui hui xoco in angelos me
Caomiz hui hui xoco in angelos me
In angelos me, in angelos me

Alleluya alleluya

Y siguieron apareciendo más cosas americanas de cepas cruzadas y mestizas.

La mayoría de los que traigo ahora son trabajos que hizo Jordi Savall con Hespérion XXI y un conjunto Tembembe Ensemble Continuo. Todos son de entre los siglos XVI y XVIII.

1. Cachua al Nacimiento (la cachua es una danza de Bolivia y Perú) (Anónimo del Perú, XVIII)
2. Cachua serranita (Anónimo del Perú, XVIII)
3. Cachua Niño il mijor (Anónimo peruano, XVIII)
4. La jota - María Chuchena (Santiago de Murcia - Trad. jarocho, XVIII)
5. Trompicávalas, amor (Juan Hidalgo, XVII)
6. Jácaras - El pajarillo (Gaspar Sanz - Trad. venezolano, XVII)
7. Galliarda - Jarabe loco (Anónimo - Trad. venezolano, XVII)
8. Un sarao de la chacona (Juan Arañés, XVII)
9. Fandango, el fandanguito (Santiago de Murcia - Trad. jarocho, XVIII)

Algo que no es de Savall, para ir finiendo, es éste anónimo peruano de fines del XVII, Hoy cielo y tierra compiten que procede de un dúo a San Pedro Nolasco, con violines, y que hace el Coro de Cámara Exaudi de La Habana.



viernes, septiembre 06, 2013

Días de Díaz




El santiagueño Hugo Díaz (Víctor Hugo, en realidad...) hizo todo lo que se puede hacer con una armónica. Y mucho más. Y tanto que los alemanes de Hohner no soñaban con que se pudiera sacarle esos sonidos a semejante tontera de instrumento. Por eso lo tuvieron de emblema tanto tiempo.

En nada más que cincuenta años de vida, y siendo apenas un intuitivo, se paseó por la Scala de Milán con Renata Tebaldi o tocó con Louis Armstrong, por ejemplo, sin contar la patria, claro.

Mi admiración por él no tiene casi límites.

Se lo llevó el alcohol, que ni debe haber sabido lo que se nos llevaba.


Tango

1. Amurado






7. Volver





Jazz






Y, como es santiagueño, se despide ahora con La vieja, chacarera.