jueves, abril 26, 2012

Salinas cuando suena


Guitarras hay muchas y muchas muy buenas.

Una que me gusta es la de Luis Salinas.

Digan lo que dijeren (jazzeado, eléctrico...), me gusta lo mismo. Y lo que me gusta también es verlo tocar. Porque hay una cosa que no la ponen los dedos y que le aparece al intérprete en la cara, en los ojos, como si tocara con los ojos y con la media sonrisa como de ensoñación y saboreo que se le ilumina al que está viendo la música mientras la hace.

Vamos a unas músicas variadas, alguna suya, para que se presente solo el hombre.

Y así pasan estos Aires de tango y un compilado con Volver a la cabeza y este Gatito de Tchaikovsky y la Zamba triste.

Al final, Luis Salinas a la guitarra toca La calandria y lo hace con el verdadero Luis Salinas, padre, que le saca unos sonidos a una simple armónica que dicen sin mucho alarde de dónde le viene al hijo el fraseo.