sábado, septiembre 17, 2011

Corsini

Si no sabía que a mí me gusta Ignacio Corsini, ahora viene a enterarse.

No le hace, lo que cuenta es que el tipo cante.

Por ejemplo, dos rarezas. Dos tipos de rarezas.

Una, Corsini cantando algo que no sea estrictamente del planeta tango. Así se lo oye grabando nada menos que a Atahualpa Yupanqui o en esta zamba tradicional.

Otra, la amplitud de registro de su repertorio, impensable, hoy por hoy, si se entiende lo que digo. Así es como grabó La china de la mazorca y La canción de Amalia.

Y listo.